Historia de Viena y Áustria

Resumen de la historia de Viena con Los Habsburgo, El Imperio de Austria, La Primera Guerra Mundial y La Segunda Guerra Mundial.

Guía de Viena

Breve Historia de Viena

Antigua población celta, en el año primero de nuestra era los romanos convirtieron a lo que en el futuro sería la capital de un Imperio en un campamento militar y base naval para vigilar el Danubio en el límite de la provincia de Panonia, y la denominaron Vindobona. Fue duramente afectada por las invasiones de cuados y marcomanos, que la destruyeron en el año 180. A principios del Siglo III, la ciudad adquirió la categoría de municipio y conoció un nuevo auge. No obstante, en el 400 Vindobona sería destruida de nuevo.

Durante el Siglo VI, la ciudad fue ocupada por lombardos y ávaros, quienes a mitad del Siglo VII fundaron el reino eslavo de Samo. En el Siglo VIII, Carlomagno, después de haber expulsado a los ávaros, la anexionó a la Ostmark (la Marca del Este), una zona cristianizada y con predominio germánico, para defender los límites de su imperio.

En el año 881 los moravos invadieron la ciudad que desde entonces lleva el nombre eslavo de Wiena (debido al nombre del río que la atravesaba, el río Wien). A mitad del Siglo X, Otón I fundó el Sacro Imperio Romano Germánico. Su sucesor, Otón II, creó la marca del Este de Baviera y en 976 nombró Leopoldo de Babenberg margrave hereditario de Ostmark. A finales del Siglo X aparece por primera vez el nobmre de Ostarrichi (del que derivaría Österreich, Austria en alemán). Se formó entonces un ducado independiente regido por la casa de Babenberg. En 1142, Viena pasó a ser la capital del ducado de Austria, experimentó un gran desarrollo bajo el reinado del duque Leopoldo VI y recibió un nuevo impulso con las cruzadas.


Los Habsburgo

En 1215 la ocupó el rey Ottokar de Bohemia, pero en 1276 le fue arrebatada por Rodolfo I de Habsburgo y quedó así vinculada a la dinastía que le daría los mayores días de gloria y prosperidad. Desde este momento se fue enriqueciendo y adquirió poco a poco personalidad de gran ciudad y de capital. Esta dinastía permanecería en el poder hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial. En 1365, el duque Rodolfo IV de Habsburgo, fundador de la Catedral de San Esteban, creó su universidad.

Federico III fue el primer Habsburgo en ser coronado emperador del Sacro Imperio Romano en 1452, y en 1469 la ciudad de Viena pasó a ser sede Episcopal. De la unión entre Felipe de Habsburgo y Juana de Castilla (descendiente de los Reyes Católicos) nacieron dos hijos, el mayor de los cuales se pasó a ser Carlos I de España en 1516 y Carlos V de Alemania en 1519. Ya en 1522, Carlos I de España y V de Alemania cede Austria a su hermano Fernando, que se convirtió en el primer Habsburgo que vivió en Viena y gobernó los paises de Austria, Hungría y Bohemia. Bien entrado 1556 Carlos abdicó, dejando el gobierno del Imperio en manos de su hermano Fernando I, y en manos de su hijo Felipe II las Coronas de de Castilla, León, Aragón, Cerdeña y Sicilia. Este hecho provocó la escisión de la dinastía de los Habsburgo en dos ramas distintas, la española y la austriaca.

En 1571 el emperador declaró la libertad de culto, y una mayoría volvió a profesar el protestantísmo, no obstante, cinco años después el nuevo emperador Rodolfo II adoptó la contrarreforma e impuso de nuevo el Catolicismo en la mayor parte del país. Posteriormente, en los Siglos XVI y XVII, al ser Viena capital de los estados de la rama austriaca de los Habsburgo y, en consecuencia, capital del Imperio, la ciudad de Viena fue un punto neurálgico de la Europa de aquella época y baluarte de la cristiandad ante las acometidas de los turcos.

Con Fernando II en el poder, la persecución del protestantismo desembocó en la Guerra de los Treinta Años. La paz se rubricó en el tratado de Westfalia en 1648. Durante el Siglo XVII Austria mantuvo un enfrentamiento armado contra los turcos y los franceses. En 1683, Viena fue asediada por el ejército turco, pero fuerzas cristianas alemanas y polacas intervinieron hasta desplazar a los turcos al extremo sureste de Europa. Esta presión provocó que los turcos cedieran los territorios de Hungría, Valaquia, Bosnia y Serbia.

Tras estas guerras se levantaron cientos de edicifios barrocos, y bajo el dominio del emperador Leopoldo I, Viena se convirtió en el mayor centro de intérpretes y compositores, además de ser capital europea de la música y del teatro, la popularidad de la ciudad de Viena siguió en aumento con el emperador Carlos VI y de su hija mayor, la emperatriz María Teresa, cuyos cuarenta años de gobierno hicieron de Austria un estado moderno. Grandes decisiones marcaron sus políticas, como la centralización del poder, la creación de una administración pública, reformas en el ejército y en la economía, o la abolición de la tortura, además se estableció un sistema público de enseñanza elemental obligatoria, que distinguía la ciudad de otras capitales europeas.

El Imperio de Austria

Viena no adquirió la categoría de capital imperial hasta 1804, cuando Francisco II reunió todos sus Estados bajo la denominación de Imperio de Austria. Poco después, fue ocupada por Napoleón en los años 1805 y 1809, tras las cuales la ciudad resultó practicamente debastada. Tras la invasión, el status de la ciudad salió reforzado al iniciarse la época de restauración, precisamente con el Congreso de Viena (1815), donde los líderes de Europa se reunieron, bajo los auspicios del canciller austriaco Metternich. Metternich aplicó un sistema de presión basado en la proliferación de informadores policíacos y una dura censura que, curiosamente, desembocó en un florecimiento de las artes austriacas.

Mientras la ciudad se iba industrializando, la vida cultural se exteriorizaba en un modo de vida más burgués. Esta época terminó en marzo de 1848, cuando la ciudad fue alcanzada por la ola de revoluciones liberales que recorrieron Europa. La sublevación fue sofocada por el ejército, aunque supuso la dimisión del entonces príncipe Metternich como primer ministro. En 1866 Austria entró en guerra con Prusia y tras la derrota final, su territorio quedó excluido del nuevo imperio alemán unificado por Bismarck. El desenlace de la guerra austroprusiana también condujo a la formación de una monarquía dual austrohúngara en 1867 bajo el mandato del emperador Francisco José.

Durante el Siglo XIX, el explendor de la corte irradió intensamente sobre la ciudad, que adquirió carácter cosmopolita y alegre, contrastando con la evolución de los tiempos. La exposición universal de Viena en 1873 fue un éxito rotundo, pese al hundimiento bursátil y epidemia de cólera de la época. Entre 1894y 1900 se comenzó la construcción de la red de Metro de la ciudad, un medio necesario si tenemos en cuenta que a principios del Siglo XX Viena contaba con una población de dos millones de habitantes.


La Primera Guerra Mundial

En 1914, el archiduque Francisco Fernando (heredero de Francisco José), resultó muerto en un atentado en Sarajevo, hecho que desencadenó la Primera Guerra Mundial, al terminar las hostilidades, en 1918 se proclamó la República de Austria y se la obligó a reconocer los estados de Checoslovaquia, Polonia, Hungría y Yugoslavia, que juto con Rumanía y Bulgaría habían estado bajo el control de la Casa de Habsburgo.

La nueva república sufrió severos castigos económicos que dieron lugar a nuevas formaciones políticas, entre ellas los socialistas, comunidas y nacionalsocialistas austriacos. Viena, que había sido durante muchos siglos centro económico y político del Imperio Austriaco, entró en una etapa de clara decadencia. Sus funciones se limitaron repentinamente, su importancia en Europa y el Mundo disminuyó. La Constitución de 1920 consagró un amplio federalismo, que permitió que la capital fuese gobernada por los socialistas, hasta 1934, y el país por los conservadores. La nueva Ley Fundamental reconoció el derecho de la mujer a votar, vigente desde la proclamación de la República.

La gran depresión de 1929 llevó a la economía austriaca al borde del colapso y el país a la guerra civil. En 1932, el gobierno socialcristiano de Engelbert Dollfuss intentó dar un vuelto autoritario y se enfrentó simultaneamente con la socialdemocracia y el nazismo. Los primeros se rebelaron y fueron deslegalizados, mientras que los segundos asesinaron a Dollfuss en 1934, durante un fallido intento de golpe de estado. En 1938 las tropas alemanas aprovecharon la debilidad del país y lo invadieron ante la pasibidad de las potencias europeas, así Austria fue anexionada a Alemania, anexión apoyada mediante referéndum durante ese mismo año.


La Segunda Guerra Mundial

Viena fué, entre 1938 y 1945 capital provincial del Tercer Reich, periodo durante el cual desapareció la mayoría de la población judía. Durante la Segunda Guerra Mundial, Austria sufrió fuertes bombardeos. En Abril de 1945 la ciudad fue ocupada por las tropas soviéticas y sometida a un gobierno cuatripartito de británicos, franceses, estadounidenses y rusos.

En 1955 se firmó la paz con los aliados mediante el Tratado de Belvedere, y Austria recuperó su soberanía, convirtiéndose en un Estado neutral. En 1955 se firmó la paz con los aliados mediante el Tratado de Belvedere, partir de ese momento, la ciudad recobró de nuevo una considerable importancia como centro comercial y de transporte.

En la actualidad Viena domina la vida económica y cultural del país, y da cabida a algunos organismos de la ONU. fue escenario de diversas conferencias sobre el desarme.